El aumento de la prevalencia de la obesidad se ha incrementado independientemente de los factores socioeconómicos.
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de grasa, que a su vez se traduce en un aumento de peso.
Se trata del trastorno metabólico más frecuente de las sociedades desarrolladas.
La cantidad de grasa normal varía según el sexo y la edad.
Clasificación de la obesidad
Se emplean varios métodos para clasificar la obesidad, entre ellos los más utilizados son el índice de masa corporal (MC) y la distribución de grasa corporal.
La distribución de la grasa posee una gran importancia a la hora de predecir las posibles complicaciones derivadas de la obesidad. Se diferencian distintos tipos según el predominio de la grasa:
- OBESIDAD ANDROIDE O CENTRAL O ABDOMINAL ( EN FORMA DE MANZANA): El exceso de grasa se localiza preferentemente en la cara, el tórax y el abdomen. Este tipo de obesidad se asocia a un mayor riesgo de dislipemia, diabetes, enfermedad cardiovascular y de mortalidad en general.
- OBESIDAD GINOIDE O PERIFÉRICA ( EN FORMA DE PERA): La grasa se acmula básicamente en la cadera y muslos. Este tipo de distribución se relaciona principalmente con problemas de retorno venoso en las extremidades inveriores (varices) y con artrosis de rodilla (gonartrosis).
- OBESIDAD DE DISTRIBUCIÓN HOMOGÉNEA: Es aquella en la que el exceso de grasa no predomina en ninguna zona del cuerpo.
Factores que influyen en la obesidad
Tres factores básicos están implicados en la génesis de la obesidad, genético, ambiental y el sedentarismo, y otros menos importantes cuantitativamente como son los producidos por medicamentos o por distintas enfermedades.
- Factor genético.
- Factor ambiental. Todavía permanecen en nuestra memoria colectiva los binomios delgadez-enfermedad, obesidad-riqueza.
- El ovario poliquístico, el síndrome de Cushing, el hipotiroidismo, el hipogonadismo….. este grupo de enfermedades afecta a un porcentaje muy bajo del total de los obesos.
- Los glucocorticoides, los antidepresivos tricíclicos y los estrógenos ( anticonceptivos) son los fármacos relacionados con el aumento de peso.
Causas que pueden desencadenarla
- Supresión de la actividad física.
- Abandono del tabaquismo.
- Después de una intervención quirúrgica.
Posibles complicaciones
- Diabetes Mellitus.
- Concentraciones altas de colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos, y valores bajos de colesterol HDL (conocido como colesterol “bueno o protector”.
- Hipertensión arterial.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Enfermedades digestivas.
- Enfermedades respiratorias.
- Alteraciones óseas y articulares.
- Aumento de ácido úrico.
Tratamiento en adultos
Se sabe que no todas las personas responden de igual forma a un tratamiento y, aún más, que un paciente también puede responder de forma distinta a un mismo tratamiento realizado en distintos tiempos.
- Dietas hipocalóricas. Pretenden conseguir un balance energético negativo, es decir, que entren menos calorías de las que salen. La dieta debe ser equilibrada en cuanto a los nutrientes, u se debe adecuar a los gustos, costumbres y horarios de los pacientes.
- Ejercicio físico. El objetivo del ejercicio físico es mantener el tono muscular y aumentar el gasto energético.
- Fármacos. Los tratamientos se pueden resumir en dos grupos que son los que actúan sobre el sistema nervioso central disminuyendo la sensación de hambre y aumentando el metabolismo basal y los que actúan inhibiendo la absorción de un 30 % de las grasas ingeridas.
- Cirugía bariátrica. Está indicada en obesidades muy importantes. A través de la cirugía se consigue una disminución de peso bien mediante una reducción del volumen del estómago o con técnicas de derivación gastrointestinal que reducen la absorción de los alimentos.
- Otros tratamientos. La introducción de un globo en el estómago para ocupar parte de su volumen y así conseguir que la ingesta sea menor no ha dado los resultados esperados.
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